La expansión comercial de la inteligencia artificial generativa amenaza con causar un impacto medioambiental “nocivo”. Así se alerta en un nuevo estudio publicado este lunes que calcula que la irrupción de esta tecnología podría podría generar entre 1,2 y 5 millones de toneladas de basura electrónica acumulada entre 2020 y 2030.
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