Málaga se sitúa a la vanguardia tecnológica de recría de pavo con una nueva instalación Núcleo Avícola ‘El Brosque’ en la que crecen más de 300.000 ejemplares anuales en un municipio de 5.000 habitantes.
José Cordero (Villanueva del Trabuco, 1965) comenzó a trabajar en el campo cuando todavía era menor edad. Buen estudiante y becado, tuvo que renunciar a los estudios superiores cuando su padre enfermó. “Tenía que tirar del carro”, cuenta.
Corría principios de los 80 cuando comenzó a trabajar en una granja. Aquella, de 700 m2 con varias decenas de pollos calentados con estufa de leña, dista de la actual. Acaba de inaugurar la granja más a la vanguardia tecnológica de Andalucía: cría en torno a 50.000 pavos en poco más de un mes en dos instalaciones que suman 3.400 m2. “Esto es el futuro”.
¡Tac! Es el ruido de uno de los 25 interruptores que intervienen en las 4 y 5 líneas de comederos y bebederos que aseguran de forma automática la alimentación del animal. Saltan cada medio minuto.
Hoy, la camada, que habita sobre paja deshidratada, cumple 27 días de vida desde su llegada procedente de la Bretaña francesa y deben estar a 28 grados. Un ordenador se encarga de que los parámetros de humedad, grados, presión o dióxido de carbono no difieran lo suficiente como para dañar el bienestar o alterar el crecimiento de los pavos. Este regula automáticamente los sistemas de evaporación, la intensidad de la luz o la temperatura. “Cuando empecé teníamos un termómetro colgando”, bromea Cordero.
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