El malagueño Fernando Hardasmal fue uno de los primeros trabajadores con los que echó a andar hace ahora 30 años el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y ha sido testigo privilegiado de la transformación de aquel modesto proyecto de Campanillas, que nació con ocho empresas y 130 empleados, en la gigantesca tecnópolis que es hoy (más de 620 compañías y 22.200 personas). Hardasmal, licenciado en Económicas por la UMA, tenía entonces 25 años y acababa de volver de Estados Unidos, donde había realizado un máster. Cuenta que su idea inicial era buscar trabajo en Madrid o Barcelona, pero por su camino se cruzó el proyecto del PTA y en abril de 1992 entró a trabajar en la antigua Cetecom, una de aquellas firmas pioneras con las que el 9 de diciembre de aquel año arrancaba el recinto. Cetecom se transformó posteriormente en AT4 Wireless y en 2015 fue adquirida por la multinacional alemana Dekra, que tiene 50.000 empleados en todo el mundo (cerca de 400 en la sede de Málaga). Hardasmal, actual vicepresidente ejecutivo de Dekra, repasa con La Opinión de Málaga sus recuerdos del inicio de la tecnópolis, la exitosa fase de presente y las claves de crecimiento futuro de un recinto que ha colocado a Málaga en el mapa mundial de la innovación
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