Daniel Guerrero es el único que viste chaqueta en Besoccer. El centenar de empleados que golpean el teclado en la moderna colmena recién inaugurada en el Polígono Industrial Gaudaljaire viste bermudas y camiseta. “Siempre digo que voy a ser el primero que se jubile en la historia de Besoccer”, bromea. Dirige el desarrollo de negocio de esta startup convertida ya en multinacional y, desde hace unos meses, está al mando del plan de estudios de Besoccer Academy, la nueva estrategia de diversificación de la compañía.
¿Nace porque la Universidad se ha quedado obsoleta frente a las demandas de las empresas?
En absoluto, al revés. La universidad es fundamental. Tenemos clarísimo que la Universidad sirve para desarrollar espíritu crítico de los profesionales. Se trata de saber hacerse preguntas adecuadas sobre un área determinada, no encontrar las respuestas. ¡Esas siempre van a estar en Google! Lógicamente, las empresas demandan una serie de requisitos de competencia que la Universidad no puede englobarlas debido a al hiperespecialización y por eso se tienen que encontrar fuera.
Entonces, ¿por qué nace?
Teníamos claro que llegaría un momento en el que tendríamos que ofrecer todo nuestro conocimiento a terceros y, por otro lado, que necesitaríamos formación propia para llegar a satisfacer necesidades de perfiles súper especializados. Además, han confluido otras circunstancias. Hemos empezado a trabajar con entidades de formación que demandaban los distintos profesionales de Besoccer para dar charlas o conferencias. Veíamos que se valoraba mucho tanto a nuestros profesionales como a las herramientas que desarrollábamos. Ahí, nos dimos cuenta de que estábamos capacitados para ofrecer todos esos servicios de manera directa.
¿Qué encontramos en él?
Básicamente es un centro de alto rendimiento tecnológico. No somos una escuela de negocio ni una universidad ni un centro de FP, sino que queremos beber de todas ellas. Vamos a arrancar con una serie de cursos de posgrado con títulos de máster y cursos de certificaciones profesionales. Hay algunos que no requieren de experiencia previa y otros que sí demandan un bagaje más técnico.
¿Y solo está destinado a la promoción interna?
No, ese es el primer objetivo y el más fácil de conseguir: tener nuestra propia cartera. El segundo gran objetivo es dotar a la industria del deporte, que está necesitada de personal cualificado, y el tercero es actuar como incubadora para acoger ideas o emprendedores y que se formen con nosotros para montar su modelo de negocio bajo el paraguas de lo que llamamos Besoccer Genius.
Academy, Genius… ¿la naturalidad de Besoccer es la diversificación?
Sin duda. Para nosotros es fundamental basándonos en nuestra línea de negocio que es optimizar nuestra base de datos para ofrecer herramientas a toda la industria: ayudar a terceros a encontrar perfiles, sumarnos a tendencias formativas o acoger ideas.
¿Qué perfil de alumnado habrá en la academia?
Se fundamenta en tres ejes. Uno tecnológico destinado al deporte sobre inteligencia artificial y big data. Otro más deportivo para personas analíticas, enfocado en la gestión del talento y la dirección deportiva. Y el último sobre comunicación y gestión del contenido informativo. En este sentido, no perdemos de vista la posibilidad de abrir nuevas líneas que parecen no tener nada que ver con nosotros, pero que sí guardan relación.
¿Besoccer más allá del fútbol?
Sí, hablamos por ejemplo de afrontar temáticas como el mercado de la moda o del estilo de vida. Realmente, lo que cambia es el contenido del mensaje, pero la manera de comunicar puede estar muy relacionada.
Me lo dice alguien que llegó a hacer la mili, ¿es fácil adaptarse a los nuevos canales de comunicación?
Me adapto a la necesidad que manda el mercado, es una absoluta evolución lógica y un reto diario para estar a la altura. Me considero vector de unión entre la experiencia para contrastar lo que se ha hecho y esta nueva generación que nos va a impulsar como sociedad.
Doctor en Comunicación Audiovisual y Publicidad, ¿ahora sí que los datos valen oro?
Lo importante es el contexto. Datos tenemos todos, pero ¿sabemos interpretarlos y mostrarlos? Ese es el ejercicio, saber utilizarlos. El matemático está de moda, pero necesita a un gran número de profesionales alrededor que sepan interpretar, enseñar, informar y extraer conclusiones de ese dato.
Germen de la ‘Málaga Tecnológica’
Besoccer probablemente sea una de las empresas que ha cosechado más éxito de aquel barbecho tecnológico de Málaga que se comenzó a labrar hace una década. “Tenemos que ir con cuidado con el efecto burbuja”, advierte Guerrero sobre la salud de la ‘Málaga Tecnológica’. El director de Desarrollo de Negocio de Besoccer entiende que la llegada de grandes corporaciones a Málaga como Google o Vodafone pueden impedir el flote del talento malagueño. “El éxito de la Málaga Tecnológica viene porque estos emprendedores tuvieron la oportunidad de desarrollar sus proyectos. Tenemos que tener hueco y salida para cumplir el sueño propio y no el de otros”, sentencia.
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