Ante la escasez de agua, una de las soluciones que comúnmente se barajan es la construcción de desaladoras. Sin embargo, un problema muy usual y que pasa más desapercibido es la pérdida de agua por fugas en las tuberías. Existen estimaciones que indican una pérdida de unos 38 litros por habitante y día en la red de España, aunque la situación se puede extrapolar al resto del mundo.
Aganova ha inspeccionado casi 4.000 kilómetros de tuberías. Suelen detectar fugas de entre dos y cinco litros por segundo, aunque algunas han llegado a los 25 litros
“Recientemente hemos detectado una fuga en Europa con la que hemos recuperado 25 litros al segundo. Eso equivale a 788 millones de botellas de un litro”, destaca Agustín Ramírez, CEO y fundador de Aganova, empresa malagueña dedicada a detectar problemas en tuberías de gran diámetro a través de tecnologías propias.

Comenzó su andadura en Málaga TechPark en 2015, pero muy pronto se dieron cuenta de que su destino era la internacionalización. “A principios de 2016 comenzamos a exportar. Ahí nacemos como una empresa global, porque la industria del agua funciona casi igual en todo el mundo”.
Los inicios de Aganova en el mercado exterior se enfocaron en Oriente Medio. Se trata de una región que sufre escasez, pero que a su vez cuenta con miles de kilómetros de tuberías y con una cultura bastante fuerte hacia el cuidado del agua. “A través de un distribuidor allí comenzamos a obtener contratos pequeños y medianos, hasta que alcanzamos uno en Qatar de tres años y 1.000 kilómetros de tuberías”, recuerda Ramírez.
Los principales clientes de Aganova son las gestoras de agua, pero este año ha incorporado un nuevo nicho de negocio: las multinacionales tecnológicas
La demanda de sus tecnologías en aquellos países llevó a Aganova a inaugurar a principios de este año una oficina propia en Dubái, donde cuentan con un equipo de seis personas. Próximamente abrirán la tercera en Estados Unidos, otro de sus mercados potentes, aunque ya de cara a 2025.
Pero aquí no acaba la expansión de Aganova. Desde su oficina en el PTA cubren Europa, y en casi 50 países trabajan a través de socios y distribuidores locales. Asia, el norte de África y Latinoamérica también se incluyen en el mercado exterior de Aganova.

Innovación submarina
Detectar fugas, diagnosticar tuberías de gran diámetro y recabar datos son los tres grandes ejes a los que se dedica Aganova. Para ello cuenta con tres tecnologías de desarrollo propio: Nautilus, Jábega y Nemo. La primera es su producto estrella. Se trata de un aparato submarino que se introduce en la tubería en funcionamiento y es impulsado por el caudal.
Aganova ya ha inspeccionado casi 4.000 kilómetros de tuberías alrededor del mundo. Sus principales clientes son las gestoras de agua, como Emasa o la Junta de Andalucía. Sin embargo, este mismo año han incorporado un nuevo nicho: las grandes corporaciones tecnológicas. «Es el caso de Microsoft, con el que tenemos un partnership bastante interesante», señala Ramírez.
Aganova colaborará con la multinacional para cumplir su objetivo de llegar a 2030 en balance hídrico positivo. «Han elegido a Aganova y al sistema Nautilus como tecnología de referencia», se enorgullece Ramírez.
Así se le presenta a Aganova otro camino en su expansión, pues las grandes tecnológicas están por la labor de ahorrar y recuperar el agua que utilizan en sus procesos. El mercado exterior de la malagueña continúa su crecimiento.
La entrada Aganova. Del PTA a Dubái: la malagueña que detecta fugas de agua en 50 países se publicó primero en Vidaeconomica – Revista económica de Málaga.